Tres generaciones de los Mamiya conviven bajo el mismo techo, en Kamakura. Noriko, la hermana menor, trabaja como oficinista en Tokio. Cuenta ya veintiocho años y, pese a la preocupación de su familia, no tiene ninguna prisa en contraer matrimonio. Aunque el jefe de Noriko le propone un buen enlace, ella decide casarse con Kenkichi Yabe, un joven médico viudo que va a ser trasladado al norte del país.