Hace 65 millones de años cuando los dinosaurios poblaban la Tierra, un iguanadonte llamado Aladar, es separado accidentalmente de su especie cuando todavía ni siquiera ha salido del huevo. Afortunadamente es adoptado y criado por una familia de lemures, de la que pasa a ser un miembro más. Una devastadora lluvia de meteoritos borra del mapa la isla de Aladar y su familia, y éstos se ven forzados a emprender un largo viaje, en compañia de un heterogéneo grupo de dinosaurios, en busca de un nuevo hogar.