Nada como París, la ciudad del amor, como escenario para una ruptura. Una dramedia fantasiosa y con ramalazos pop ganadora de los Premios del Jurado y del Público en Turín.
Nada como París, la ciudad del amor, como escenario para una ruptura. De ahí Tamás, a sus 33, se ve lanzado de vuelta en casa de sus padres en Budapest, deprimido, preguntándose qué es lo que ha podido salir mal. En ese lamentable estado emprende un repaso a su eterna búsqueda del amor ideal: a los 7, a los 14 y a los 17 años, de la afición por el polo a montar una banda grunge. (Festival de Sevilla).